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Tecnologías ágiles, bajo la lupa

Agile bajo la lupa
Desde hace ya algunos años hablamos de Internet como una revolución. Dicha revolución, generada por la masificación del acceso de las personas y empresas a Internet, comenzó como una revolución tecnológica que ya se ha convertido en una revolución comercial y hasta social.

Si analizamos el impacto que Internet ha generado en las empresas y sus canales de comercialización observaremos que el canal de ventas electrónico, es el de mayor crecimiento en los últimos 5 años. Y más aún, se ha convertido en algunos casos de empresas crecidas a partir de esta revolución, en el único canal de venta.

Para ejemplificar el análisis pensemos en Netflix, que marcó la historia al convertirse en la ganadora de tres premios Emmy por su serie ‘House of Cards’, distribuida totalmente por Internet. Netflix, abanderada de la difusión “on demand”, victimaria de la quiebra de empresas como Blockbuster y cuyo horizonte probablemente sea convertirse en la competidora de HBO.

Lo interesante de este análisis es que no sucede lo mismo a la inversa, ¿Quién querría invertir en una empresa que no tiene habilitado y potenciado el canal de venta electrónico? La no adopción, o la adopción tardía, de los avances tecnológicos y las metodologías asociadas a dichos avances sentencian la desaparición de las empresas.

Las metodologías ágiles surgen en este entorno con el objetivo de que un producto vaya evolucionado al ritmo del contexto. En definitiva, estamos hablando de métodos basados en el desarrollo incremental. Bajo esta filosofía, los requerimientos y soluciones avanzan por medio de la colaboración de equipos multifuncionales.

Las metodologías ágiles brindan grandes beneficios para las empresas que las implementan. Por ejemplo, permiten muchas iteraciones de trabajo, evitan errores en la comunicación y manejo del tiempo y los recursos, aceleran los ciclos de software y feedback en periodos antes insospechados. De hecho,  una iteración – llamada sprint - puede durar entre una a cuatro semanas, y cada iteración del ciclo de vida incluye: planificación, análisis de requerimientos, diseño, codificación, revisión y documentación. También deja ver la respuesta del usuario final mientras se desarrolla, lo que al final mejora  la experiencia del usuario.  La principal ventaja sin embargo, está representada por su capacidad de crear valor brindando resultados visibles en el corto plazo y aumentando notablemente la productividad, con el adicional de poder reencauzar el trabajo según el caso.

¿Moda o cambio de paradigma?

Existe una manera de diferenciar entre una moda y un cambio de paradigma: la evolución de la  instrucción. Cuando surge una novedad en materia de tecnología, el acercamiento a ella se da a través de clases que se toman por medio de cursos o talleres. El clic de moda a cambio de paradigma, se pone de manifiesto cuando la temática es incluida en los planes de carrera de las universidades. Y esto precisamente es lo que está pasando con las nuevas técnicas de desarrollo de software.

Sin embargo, a pesar su inclusión bien vale una aclaración: para que una metodología ágil realmente funcione, son las empresas quienes deben aceptar la creación de contratos que reflejen los procesos ágiles, algo que sin dudas, aún está en la lista de pendientes ya que se trata de un cambio que todavía está en progreso. La causa es la inseguridad, no quieren ser conejillos de indias. Quizás, como sucede habitualmente, pasen unos años hasta que sean los profesionales quienes impartan el ritmo de adopción eligiendo trabajar bajo esa metodología y no bajo la tradicional.

De cualquier manera el cambio de paradigma no supone necesariamente la canibalización de las metodologías tradicionales, sobre todo porque aún las ágiles no tienen una historia considerable como para realizar una comparación justa.  Por otro lado, no es recomendada para todos todo el tiempo. Para eso está el trabajo del consultor, la figura que debe asesorar al cliente evaluando las tecnologías disponibles  y ofreciendo la alternativa mejor para cada uno de los casos.